sábado, 24 de marzo de 2012

AMOR DE CORAZÓN.


AMOR DE CORAZÓN

Desde lejos escuché Tu Voz  en el prado que floreaba,
y la confundí  con el ruido del agua cristalina del  lago
que contemplaba, en cuyas aguas repentinamente se
reflejó el  sol,  dibujando  allí un corazón. Y Tu Voz:
“Que lo sepan todos los que aman:
Yo Soy el que dio al amor su corazón”.

Dios me otorgó tal corazón,
que al instante  me lancé a adorarle.
¡Tan pronto estalla de gozo, como derrama lágrimas!.
Cuando se endurezca mi  corazón, Dios mío ven a mi
como un rocío  de misericordia.
Cuando la gracia de la vida se me haya perdido,
 ven a mí con un aluvión de canciones.
Cuando mi corazón terrenal
 esté acurrucado cobardemente en un rincón,
 rompe Tu mi puerta, Dios mío, y entra en mi
con tu Fuente de Vida.
Cuando la oscuridad ciegue mi entendimiento con engaño,
y  yo entre en cólera, ¡Vigílame Dios mío,
haz que la nube de tu gracia descienda
y se incline hacia mí,
como la mirada llorosa  de una madre,
 el día de la ira paterna!.

Parte tu corazón y mira lo que hay dentro:
El amor es como una rosa que difunde su fragancia 
sin distinciones a todos:
 buenos y malos, jóvenes y ancianos, humanos  y animales…
El amor se da con gratuidad, como el aroma de una rosa,
sin pedir nada a cambio.
El amor es espontaneidad, como el de una rosa,
 que ofrece su fragancia
 porque no puede hacer otra cosa,
 independiente de que haya alguien o no
 que disfrute de ella.
El amor es libre, como un rosal.
 El rosal no va a hacer nada por arrastrarte y esconderte
cuando quieras huir del conflicto.
Desde el momento en que entran en juego la coacción,
el control o el conflicto,
 en ese preciso momento el amor muere.

Aunque vivas en un mundo dominado por la lucha,
Permanece en el lugar de la paz.
Agárrate fuertemente a la luz de tu Alma.
Deja de prestar tanta atención a tu pensamiento
 y concéntrate en tus buenos sentimientos,
 porque en ese preciso momento
el corazón tiene razón.

Joseph Falcky