miércoles, 26 de septiembre de 2012

ORACIÓN DEL GATO

 
 
 
ORACIÓN DEL GATO
 
Aquí me tienes Señor, soy el gato.
Acabo de lavarme la cara y atusarme.
Ya sabes, soy relimpio,
y aunque no tenga la fidelidad del perro,
ni la paciencia del burro,
ni obsequie a mis amos cada mañana
con un huevo como lo hacen las gallinas,
tampoco soy tan egoísta.
¿Quieres una prueba?
HOY PEDIRÉ SÓLO POR MIS AMOS:
Para  comenzar, Señor,
desearía les enseñases
como a mí me enseñaste,
el arte de limpiar
sus conciencias de alimañas
como yo limpio su casa de ratones.
Y el de procurar, también,
esconder sus egoísmos,
lo mismo que yo aprendí
a esconder mis uñas,
cada vez que juego con los niños.
 
Y el de sortear las mil y una asperezas,
de cada día con la misma destreza
con que yo sorteo
las raspas del pescado
sin lastimarme.
¡Ah sí!. Y que acierten
a emplear bien sus vidas,
Que caigan en la cuenta,
de que no les diste “siete” como a mi…
¡Y se lo han de jugar todo
 a una sola carta!.
 
Extracto de la Revista ORAR,  Nº 142.
Oraciones en el Zoo.